Hay muchos elementos de la cultura africana que se han insertado en nuestra vida, desde los ritmos y bailes a la estética de las máscaras fang. Pero si un concepto se ha extendido en los últimos tiempos es el de ubuntu. En zulú se dice que “Umuntu, nigumuntu, nagamuntu”, que significa más o menos que cada persona es persona a causa de las demás personas, una vuelta de tuerca al “soy yo y mi circunstancia” y todo lo contrario a “el infierno son los otros”, ubuntu articula todo un corpus humanista extendido entre zulús y xhosa pero que encuentra términos equiparables en otros pueblos bantús basado en la filiación entre el bien individual y el comunitario.

Nelson Mandela y Desmond Tutu hicieron del ubuntu la principal arma contra el apartheid y la base para las políticas de paz y conviviencia. Movimientos comunitaristas, colectivismos, adoptan este principio ético en una u otra forma en sus bases ideológicas. La lista podría extenderse pero basta recordar que cuando algo se utiliza como recurso en el coaching es que ya está en todos lados.

Por todo esto no es de extrañar que cuando Mark Shuttleworth buscó nombre para una distribución linux accesible a los más profanos optase por Ubuntu. Porque esta corriente humanista encaja perfectamente con la filosofía del software libre y la ética hacker.

Puedes descargar una versión de ubuntu desde su web.