Que 20 años no es nada es algo podríamos discutir, o al menos ponerlo en cuestión. Hace 20 años no existía este blog, pero es que no podía. Algo hay que revisar en la máxima que cantó Gardel, entonces.

Hace dos décadas abrazábamos plenas de ilusión analógica una tecnología que llegaba tímida y comedida. Dos décadas después recibimos abrumadas avances tecnológicos a un ritmo que nos cuesta seguir.

Y en este escenario paradójico en el que el Quiero Y No Puedo que da nombre a esta sección se convierte en el mantra de nuestra época, nos encontramos que tal vez hubo un momento en el que nos despistamos, y que el avance nos pasó por encima, y ya sólo nos quedan algunos cables para llegar a pocas raíces.

En este escenario de melancolía propia de quien ya puede echar la vista 20 años atrás, encontramos propuestas que materializan ese sin remedio del no hay mal que por bien no venga. Y la impresión 3D y las memorias USB se convierte en el único acceso para recuperar civilizaciones perdidas o arrebatadas, según se lea la historia.

Material Speculation es un proyecto llevado a cabo en 2016 por Morehshin Allahyari, quien a través de la fabricación digital e impresión 3D inspecciona las relaciones poéticas y petropolíticas entre la impresión 3D, el plástico, el aceite, el tecnocapitalismo y la yihad.

Reconstruye 12 estatuas de la ciudad de Hatra, el más importante exponente de la antigua civilización parta, y reliquias asirias de Nínive, archivo mesopotámico, que fueron destruidas por ISIS en 2015.

Allahyari crea, así, “una posibilidad práctica y política para el archivo de reliquias, al tiempo que propone la tecnología de impresión 3D como una herramienta tanto para la resistencia como para la documentación”; la impresión 3D reparando la memoria y la historia.

Cada objeto impreso en 3D incluye una unidad flash y una tarjeta de memoria con imágenes, mapas, archivos en pdf y videos recopilados sobre las reliquias y sitios que fueron destruidos. Una información obtenida mediante un intenso proceso de investigación en el que se contactó con diferentes arqueólogos e historiadores de Irak e Irán y personal del Museo de Mosul.

Como si fueran cápsulas del tiempo, son objetos sellados y conservados para futuras civilizaciones.  O para aquellas que habiten dentro de tan sólo 20 años más.

Proceso de impresión 3D de algunas de las piezas reconstruidas.

Proceso de impresión 3D de algunas de las piezas reconstruidas.

Proceso de impresión 3D de algunas de las piezas reconstruidas.

Proceso de impresión 3D de algunas de las piezas reconstruidas.