Arrancamos la sección Quiero y no puedo de esta edición dedicada al horror con una pregunta. Sabemos que quizás la relación entre horror y miedo vio mejores tiempos en lo que a causa-efecto se refiere, pero merece la pena dedicarle unas líneas.

Durante millones de años el ser humano se ha servido del miedo para mantenerse a salvo de los peligros que le acechaban, desde el ingobernable impulso de huir de lo que no podemos vencer al pánico paralizante ante aquello de lo que no podemos huir (a ver si pasa de largo). Ya lo dice el Diccionario del Diablo: «Cobarde, adj. Dícese del que en una emergencia peligrosa piensa con las piernas».

Pero con el tiempo, las personas desarrollaron otros modos de enfrentarse a las adversidades. Construimos mejores refugios, portamos armas y defensas contra lo que pueda amenazarnos, aprendemos a curarnos, nos juntamos para buscar mejores soluciones… Y sin embargo el miedo sigue ahí, aunque su objeto sea otro, tenemos miedo de cosas que antes no nos preocupaban e incluso tenemos miedo de cosas que no suponen ningún riesgo; y puede que sepamos argumentar racionalmente lo contrario pero sigue atemorizándonos el número 4.

Ben Fama Jr. escribió y dirigió el cortometraje documental A Virus Called Fear (2012) para intentar dar algunas respuestas cómo funciona el miedo y a cómo genera creencias irracionales. A nosotros nos parece un documental interesante, pero la verdadera razón por la que lo incluimos en nuestro Quiero y no puedo es por lo que le hicieron al pequeño Albert para investigar el origen del miedo.